La saciedad es , pues, una precipitación: Algo se condensa,
echa raíces en mi , me fulmina.
Mi alma no está solamente repleta, sino desbordada.
Estoy colmado, acumulo,
produzco un exceso y en este exceso sobreviene la saciedad.
El exceso es el régimen de lo imaginario,
En cuanto no estoy en el exceso me siento frustrado.
Para mi, “Justo”, quiere decir no suficiente.
Conozco, finalmente, ese estado en el que el goce rebasa las posibilidades que había vislumbrado el deseo.
Sobrepaso los límites de la saciedad, y en lugar de encontrar el asco, la náusea,
o incluso la embriaguez, descubro…..la conciencia.
La desmesura me ha conducido a la mesura.
Me ajusto a la imagen, nuestras medidas son las mismas:
Exactitud, precisión, música;
Vivo entonces la asunción definitiva de lo imaginario,
su triunfo.
Roland Barthes. Fragmentos de un discurso amoroso.
La saciedad
Publicado por
La Corporació
on martes, 30 de junio de 2009
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VOMITORIO. Poemas y otros líquidos
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